Me han preguntado varias veces el porque del titulo Atlas de nubes para esta serie, la respuesta es fácil y compleja al tiempo, fácil por que los atlas de nubes siempre me han resultado evocadores en su propio titulo y en sus formas, compleja por que recogía diversas formaciones “nubosas” del aspecto humano, aquellas pequeñas o grandes cosas que pueden enturbiarnos, hacernos pensar o simplemente acompañarnos en un momento vital, igual que las nubes que dependiendo de varios factores, cambian en su forma para ser de un tipo u otro, tormentosas o beneficiosas, pasajeras o con tendencia a perpetuarse, así Atlas de nubes se conforma en una serie de pequeñas instalaciones de pared formadas por tres elementos, la fotografía, los textos y los objetos manipulados.

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Los textos son en primer término los que hacen que se elijan los otros dos restantes. A pesar de la aparente inmediatez, Atlas de nubes es una obra de creación lenta, meditada en cada parte. Los textos hacen referencia al amor, el desamor, la inocencia, la candidez, el poder del ego, las necesidades humanas y sus carencias. El fragmento del rostro humano pertenece a alguien que tiene el mismo pensamiento que evoca el texto. En Atlas de nubes 1 el texto evocaba al desamor, las personas que colaboraron con sus ojos estaban en trámites de divorcio, una de ellas por desamor, la otra por querer demasiado. El objeto cuando no es encontrado es recreado para adaptarse a la obra. Así pues, todos los elementos forman una unidad, nada es producto del azar.  

                                  

La serie Atlas de nubes esta compuesta de:

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· 13 piezas, fotografías encerradas en poliéster y objetos manipulados, diferentes medidas.